Esta técnica estética de pigmentación que se aplica de manera sencilla a nuestra piel, ha revolucionado el mundo de la belleza, brindando a muchas personas la posibilidad de transformar completamente sus cejas y, con ello, la expresión de su rostro. Si alguna vez has soñado con unas cejas bonitas, definidas, simétricas y naturales sin tener que depilarlas y maquillarlas cada mañana, este tratamiento puede ser la solución perfecta para ti. En este post, te contamos todo sobre el antes y después del microblading, para que puedas tomar una decisión sobre si este procedimiento es lo que necesitas.
El microblading es una técnica semipermanente que consiste en crear pequeñas incisiones en la piel con pigmento para simular el aspecto de los pelos naturales de las cejas. A diferencia de otros tratamientos, como el tatuaje de cejas, el microblading ofrece un acabado mucho más suave y realista. Este procedimiento es perfecto para quienes tienen cejas finas, poco pobladas o asimétricas.
El microblading es ideal para cualquier persona que desee mejorar la forma y densidad de sus cejas. Ya sea que tengas cejas muy finas, despobladas por factores genéticos, o simplemente quieras redefinir su forma, este tratamiento es una excelente opción.
El microblading es un procedimiento que trabaja a un nivel más superficial en la piel en comparación con la micropigmentación o los tatuajes tradicionales. En lugar de penetrar en la dermis, el pigmento se deposita en la epidermis, lo que lo hace menos invasivo y generalmente menos doloroso. Aun así, muchos profesionales utilizan anestésicos tópicos para garantizar una experiencia cómoda para el cliente.
A pesar de lo que se cree, no se trata de algo permanente, el microblading dura entre un año y dos en el mejor de los casos, dependiendo de múltiples factores que van desde el tipo de piel, o sus hábitos diarios.
El especialista diseña las cejas según las preferencias del cliente, adaptándolas a la estructura facial y al color natural de las cejas y el cabello, siempre buscando la máxima simetría. Además de mejorar la forma de las cejas, el microblading es útil para ocultar cualquier cicatriz en la zona y mejorar la apariencia de párpado caído.
El tratamiento generalmente suele completarse en menos de una hora, y es esencial que el profesional utilice material estéril y desechable para garantizar la seguridad del cliente. Antes de someterse a este procedimiento, es importante investigar bien. No debemos decidir solo por el costo, es aconsejable consultar a personas que ya lo han hecho y comparar las opiniones de varios especialistas.
En algunos casos, puede necesitarse una segunda sesión para repasar, que se realizará entre 4 y 8 semanas después de la primera con una media hora de duración.
Antes de someternos al microblading, es importante estar al tanto de las posibles contraindicaciones que debemos tener en cuenta antes de realizar el tratamiento. Algunos de los casos en los que no es recomendable realizar el microblading si tienes:
Aunque el microblading es generalmente seguro, pueden surgir complicaciones, sobre todo si el pigmento se aplica de manera incorrecta. Debido a que se utilizan agujas en el procedimiento, es crucial elegir un profesional con experiencia y un centro debidamente autorizado para garantizar un tratamiento seguro y exitoso.
El resultado inmediato del microblading puede sorprenderte, ya que las cejas aparecerán más oscuras de lo que serán una vez curadas. En los días siguientes, el pigmento se asentará y se suavizará, dando lugar a un look natural, pero deberás tener una serie de precauciones: